El pasado 11 de junio renuncié ante el actual y extraordinario Decano de nuestra Demarcación, Oriol Altisench Barbeito, del cargo que ostentaba de Jefe del Servicio al Jubilado de la Demarcación de Cataluña.
He cumplido ya los 90 años y llevo 25 años en el Servicio de Jubilado, durante los cuales he contado siempre con la extraordinaria ayuda de todo el personal de la Demarcación, sin excepción alguna, y de una forma muy directa con la Sra. Montse Bernaus y últimamente con la Srta. Elisabet Sosa, que me ha permitido desarrollar la labor del Servicio al Jubilado y, por las circunstancias expuestas, me resulta cada vez más difícil de continuar.
Fue en el mes de septiembre de 1992, recién jubilado, cuando el entonces Secretario de la Demarcación, el extraordinario Antonio Allés, me captó para organizar y poner en marcha este servicio. Ya, desde el otro mundo, verá creo que, con agrado, que he intentado desarrollar el trabajo que me confió con todo entusiasmo y dedicación.
Para que el jubilado que me sustituya pueda conocer la labor realizado, de la que le daré con más detalle toda la información que me pida, detallo a continuación la misma:
Los tres viajes a China, uno al Egipto faraónico, dos a Francia y dos a Portugal, además de las visitas a todas las Demarcaciones españolas han sido fruto de este intenso trabajo.
Las ininterrumpidas reuniones con merienda realizadas mensualmente a lo largo del curso acreditan la constante actividad que se ha mantenido durante este cuarto de siglo, siempre al Servicio del Colegio y especialmente de los jubilados y viudas.
Siempre he sido invitado, hasta ahora, lo que es potestativo del Decano, a las reuniones de la Junta Rectora y, como marcan los Estatutos, con voz, pero sin voto. Mi agradecimiento a todos los decanos por la confianza que depositaron en mí. Ha sido un ejemplo a nivel nacional. Nunca hice novillos a las reuniones que celebra regularmente la Junta Rectora de Cataluña ni tampoco a la Comisión de Jubilados en Madrid, aportando y discutiendo ideas y propuestas, siempre dentro del marco colegial, que supieron mantener y fomentar con mucho tacto y gran sensatez los diversos presidentes y componentes de la Comisión de Jubilados, por una parte, y de la Junta Rectora de Cataluña por otro. Es de justicia manifestar un agradecimiento especial a Rodrigo Baeza Seco (ya fallecido) y a Jorge Fanlo Nicolás que, a pesar de su avanzada edad mantiene una energía y poder de razonamiento envidiables.
Mi labor ha sido posible por el apoyo incondicional de los sucesivos decanos de nuestra Demarcación, que fueron Xavier Borras, Antonio García Comas (bajo cuyo mandato se me otorgó la Medalla de Honor del Colegio), Josep Oriol Carreras (bajo cuyo mandato me otorgó la Medalla Ildefonso Cerdà, el máximo galardón del Colegio en Cataluña) y del actual Oriol Altisench Barbeito. A todos, mi agradecimiento y la gran satisfacción de haber desarrollado mi labor gracias a su apoyo. Debo mencionar que me retiro sin haber podido convencer a los jefes del Servicio al Jubilado de las restantes demarcaciones de algo que para mí ha sido esencial y leif de mi trabajo: la integración de las viudas en los Servicios al Jubilado demarcacionales. Las mujeres, y hablo por propia experiencia, son fundamentales y han sido el modus operandi de muchos de nosotros. No hay derecho a que si fallecemos nosotros queden abandonas y desprotegidas por el Colegio. Por esto mi batallar continuo. Espero que mi sucesor tenga mejor suerte y lo consiga. Si lo veo, será una gran satisfacción y pensaré que todo el batallar, pensando en mi extraordinaria esposa, se haya al fin ganado ¡Loor a las viudas!
Quiero recordar que, bajo el decanato de Josep Oriol Carreras, nuestra Demarcación mentó una exposición de “Ex libris de Caminos, Canales y Puertos” en la que participaron muchos coleccionistas, no solo españoles, sino de la Comunidad europea.
Ahora, a 10 años vista, y al repasar el magnífico Catálogo que publicó nuestra Demarcación, creo que ésta consiguió un gran éxito para nuestra inigualable profesión.
Espero que mi sucesor pueda conseguir montar una residencia digna de nuestros jubilados y viudas que reciban nuestro reconocimiento a los que tanto dieron por nuestra profesión.
Hay mucho trabajo que hacer, pero con entusiasmo, compañerismo y elevado espíritu colegial se podrá conseguir. S hay algún compañero/a jubilado que desee ocupar el puesto del Servicio al Jubilado de Cataluña debe ponerse en contacto con la Demarcación para cubrir la plaza. A mi sucesor todo mi apoyo.
En el año 2007 nuestra Demarcación realizó una encuesta telefónica en la que intervinieron 401 compañeros de un total de 2.200 que componían nuestra Demarcación. La valoración del servicio al jubilado fue aprobada por el 74% de los entrevistados y suspendida por el 4,3% y no opinaron el 21,7%. Fue el servicio mejor valorado. En cuanto a la notoriedad en el servicio fue positiva con el 95,7% de los que opinaron sobre el mismo. En el “uso de los servicios”, el del jubilado obtuvo un 52,2% de los encuestados.
He procurado durante estos 25 años fomentar y mantener entre todos los jubilados lo que consideré más importante como colegiado y es el mantener y fomentar la unión y el sentido de compañerismo que siempre ha sido un haber importante en nuestra profesión.
Y por último, y lo más importante, en estos 25 años, si he conseguido algo positivo se lo debo por entero a mi esposa, Isabel María, que siempre me apoyó y alentó para cumplir mi misión ¡Gracias querida!
Un fuerte abrazo para todos y todas por vuestra ayuda y entusiasmo en apoyarme.
Hasta siempre.
Justo Llácer Barrachina
Colegiado 601
¡Gracias por todo Justo!